¿Cómo quedan los impuestos con la nueva ley de autónomos?

26/01/2018

Si hay algo de lo que ningún ciudadano puede escapar es de los temidos impuestos. Los autónomos son uno de los gremios más afectados por la tributación y su carga burocrática, pero parece que con la nueva ley de autónomos aprobada para el año 2018 se pueden atisbar en el horizonte algunas mejoras de las condiciones.
Los impuestos de los autónomos
Antes de darse de alta como autónomo hay que saber qué impuestos se deben pagar y en qué cuantía aproximada. Con la nueva ley los impuestos quedan de la siguiente forma:
– Cuota de la Seguridad Social: es una cuota de carácter mensual por la que el autónomo cotiza en la Seguridad Social. Se fija en función del sueldo teórico que el autónomo cree que puede conseguir al mes. El importe mínimo de la cuota es de 275 euros en el caso de elegir la base mínima de cotización, que es de 919 euros mensuales. Con la entrada del año, los nuevos autónomos cuentan durante su primer año de actividad con una tarifa reducida de 50 euros de cuota para favorecer el inicio de su actividad y con la opción de modificar hasta en cuatro ocasiones anuales la base de cotización.
– I.RP.F.: es el impuesto de la renta sobre las personas físicas y grava las rentas que un individuo obtiene en el ejercicio de su actividad. Los autónomos tienen dos formas de declarar este impuesto: con cada factura emitida o de forma trimestral, oscilando entre un 7% y un 20%.
– I.V.A: el autónomo debe presentar declaraciones trimestrales, con la diferencia entre el IVA recaudado y el pagado a proveedores para saldar cuentas con la administración. Además presentará una declaración anual.
Darse de alta como autónomo es ahora más fácil
Con la nueva ley de autónomos se facilita y se abaratan los costes de ser autónomo.