Inteligencia emocional en el trabajo: qué es y cómo enamorar a tus clientes

Posiblemente alguna vez te has preguntado qué es la inteligencia emocional y cómo puedes sacar partido de ella en el trabajo. Según muchos especialistas, se trata de una técnica que no solo es indispensable para fomentar un buen ambiente con los compañeros, sino que se hace vital de cara a conseguir la satisfacción de un cliente.
“Lo más difícil no es conseguir un cliente, lo más difícil es fidelizarlo”. Podrías contar las veces que has oído esta frase y no tendrías suficientes dedos. Si como empresario nuestro primer objetivo es la venta, la meta final debe ser que nuestro cliente esté satisfecho y a gusto con nosotros, es decir, tener una atención al cliente de calidad. Y uno de los factores que hace posible una relación estable con el cliente es estar conectado emocionalmente con él. De hecho, según el informe del futuro del Foro Económico Mundial, la inteligencia emocional será una de las diez habilidades laborales más buscadas en 2020.
¿Qué es la inteligencia emocional?
En el ámbito de los negocios y de la atención al cliente, la inteligencia emocional quiere decir mucho más que contestar con buenas palabras las posibles quejas que recibamos. Estamos hablando de un ámbito de gran importancia no sólo para las relaciones personales sino también para nuestro propio bienestar. Se trata de la habilidad de reconocer y gestionar las propias emociones, y también las de los demás.
Así pues, primero debemos conocer perfectamente las propias emociones, para después reconocer las de los otros. El control de las emociones nos puede ser útil para, por ejemplo, mantener la distancia con aquello que pasa; nos ayuda a no tomarnos como un asunto personal la queja del cliente. También debemos tener en cuenta que los empleados con altos niveles de inteligencia emocional pueden cooperar mejor con los demás, resolver conflictos y aprender de errores. Asimismo, tendrán más facilidad para establecer una buena relación con los clientes. Dicho de otra forma: de la inteligencia emocional en el trabajo dependerá la atención al cliente y el vínculo que se crea entre la marca y el usuario.
Inteligencia emocional en el trabajo: cada persona es diferente
Una de las claves para un empresario o trabajador autónomo en la atención al cliente es la empatía. Más allá de un estudio de mercado, debemos ser conscientes que cada cliente es una persona diferente. Entender sus pensamientos y emociones nos facilitará la gestión y encontrar una solución a medida de su necesidad y, por tanto, brindar un servicio íntegro, adaptado y personalizado. Y si el cliente lo percibe de esta forma, también aumenta su grado de satisfacción y conexión con nosotros.
La automotivación también nos puede abrir puertas en nuestra relación con el cliente. El tener objetivos asumibles y claros nos ayuda a estar más tranquilos. Y por lo tanto a transmitir al cliente una sensación de confianza y seguridad. Un buen desarrollo de la inteligencia emocional en el trabajo también facilitará que tengamos más control de las comunicaciones por escrito, verbales o las reuniones presenciales. Y, por lo tanto, nos ayudará en el buen uso de las relaciones sociales, mejorando así la atención al cliente que prestamos.
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